martes, 21 de julio de 2015

Enseñar es dar.

Saber dar 
no es darlo todo ni dar cualquier cosa.

 Saber dar 
es poder dar LO ADECUADO








Considero que las tres competencias más importantes que debe tener un educador son:

EMPATÍA: el punto de partida para que el educador llegue a conocer qué es lo adecuado para "todos" los estudiantes, es la comprensión cabal de lo que necesita "particularmente" cada uno de ellos.  A dichos fines -inicialmente- debe entender cuáles son las emociones, las necesidades, las potencialidades y los recursos de cada alumno.

COORDINACIÓN: una vez que el educador se puso en la piel de cada alumno y comprendió (desde lo emocional) sus necesidades y habilidades, debe realizar un creativo trabajo de coordinación y armonización de todas las necesidades, exigencias y potencialidades para encontrar aquellas de cada grupo de alumnos como unidad. 


PLANIFICACIÓN: la docencia no empieza ni termina en el aula. La actividad más característica e importante de dicha profesión radica justamente en la preparación previa del material, los contenidos y la forma de impartir estos últimos. Esta actividad lleva mucho tiempo y requiere inmensa creatividad.

Estas competencias no sólo deben existir en la secuencia planteada, deben estar presentes en todo el proceso educativo y este último debe estar absolutamente informado por el AMOR y el concepto de UNIDAD.


María Sofía Clemente.

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